Este es uno de los primeros aspectos que es importante esclarecer. El pensamiento basado en riesgos, más que una técnica o método, es un enfoque, es la forma en la que vamos a abordar nuestros procesos al momento de definirlos y, posteriormente, al momento de ejecutarlos.
El requerimiento tiene implícita la identificación de riesgos potenciales desde la fase de definición de los procesos, y lo que se esperaría es que se identifiquen aquellas situaciones potenciales que te podrían impedir lograr los resultados proyectados.
Ver másExisten diversas metodologías que son utilizadas para el tratamiento de los riesgos. Algunas son muy generales, lo que impide, en algunos casos, contar con elementos claros y concretos para priorizar los riesgos y darles un seguimiento eficaz. Dentro de esta categoría, podrían clasificarse la tormenta de ideas, las listas de verificación, o la técnica SWIFT (“¿qué pasaría si?”).
Existen métodos que son de aplicación demasiado específica, lo que limita su utilización como herramienta para el “Pensamiento basado en riesgos”, el cual en realidad tiene un enfoque global, como serían:
Estos son métodos muy estructurados y robustos, pero que, al momento de intentar utilizarlos para procesos directivos, creativos o administrativos, difícilmente permiten abordarse con la misma consistencia
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